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Casamientos

Aprendiendo a vivir juntos: 5 consejos para una convivencia sana

Comenzar a convivir es un gran paso para las parejas, ya sea que lo hagan antes o después del casamiento. Es necesario aprender a vivir con la otra persona de manera sana y equilibrada para que, sobre todo, siempre predomine el amor.

Fabián González Fotografía

Independientemente de que lo hagan antes o después del casamiento, saben que la convivencia es un paso sumamente importante para una pareja, pero que requiere de lo mejor de las dos partes. La convivencia significa, ante todo, mucho respeto y conciliación, tal como se manejarán a la hora de elegir los souvenirs de casamiento o qué tipo de invitaciones de bodas entregarán. Hoy les contamos situaciones a las que se pueden enfrentar durante la convivencia y cómo sobrepasarlas de la mejor manera. Si sortean las delicias conyugales, seguro podrán ponerse de acuerdo sobre el catering o la torta de casamiento.

Un gran paso, una gran responsabilidad

Julián Rulli Fotografía

Vivir en pareja no es lo mismo que vivir solo (ni siquiera lo mismo que vivir con un amigo). Esto tiene que ver con que es un vínculo más profundo, en el que hay mucho más en juego. Por eso, a la hora de irse a vivir juntos deben saber que eso implica ser responsables, no solo de la cuestión económica, sino, sobre todo, de la cuestión emocional. Enojarse, alegrarse, estar triste… todas esas actitudes adquieren otro sentido durante la convivencia, por lo que deben estar seguros de la decisión, y entender que ahora todo es de a dos, sin anular sus individualidades, claro está.

Sin comunicación no hay nada

Carma Pelliccia Fotografía

Por supuesto que, como todo proceso, será necesario un tiempo hasta que ambos se acostumbren. Y verán que, durante el transcurso de la convivencia, pueden ir surgiendo ciertas cuestiones que les resulten molestas. La primera reacción debe ser, siempre, la comunicación. De nada sirve irse a dormir enojados porque no se pusieron de acuerdo respecto de la torta de casamiento original o porque uno de ustedes se olvidó de pagar las expensas. Comuniquen sus sentimientos porque es la única manera de resolver conflictos. Planeen un momento en donde ambos tengan tiempo y estén tranquilos, pues les dará un mejor contexto para solucionar lo que haya que solucionar.

El dinero, un problema recurrente

Carma Pelliccia Fotografía

Una constante en casi todas las parejas que viven juntas es el dinero. Para poder convivir es necesario, antes que nada, determinar cómo se pagarán los gastos comunes. No lo dejen como algo para “ver más adelante”, porque cuando alguno olvide que había que pagar internet, por ejemplo, posiblemente se convierta en un problema grande.

Lo mejor es armar un presupuesto claro con todos los gastos comunes, con vencimientos y con el encargado de pagarlo. De la misma manera en que decidieron quién costearía los souvenirs originales, deben encargarse del costo de la vida diaria.

Las tareas de la casa son de los dos

Flo Vassallo Fotografia

Afortunadamente, y con la caída de algunos preceptos sociales, las tareas del hogar se comparten cada vez más entre los dos miembros de la pareja. Al igual que con el dinero, lo mejor es organizarse armando un cronograma que reparta diariamente los quehaceres, como lavar platos, el baño, limpiar los muebles, etc.

Lo más relevante es que cada miembro de la pareja sea responsable en un cien por ciento de la tarea asignada, tal como lo tendrán que ser con cada una de los elementos de la boda: vos te encargás de tu vestido de novia con encaje y él de su traje. ¡El equilibrio es fundamental!

Saber sobrellevar las discusiones

Filber

No estar de acuerdo con la otra persona es parte de la naturaleza humana. El gran secreto está en la respuesta o en cómo se reacciona ante las discusiones. Por supuesto que tiene mucho que ver con la personalidad de cada uno, pero si la cosa se pone muy candente, siempre en el marco del respeto, lo mejor es retirarse, respirar y, ya más tranquilos, hablar para llegar a un acuerdo.  Los momentos a solas son más que necesarios durante la convivencia. ¡No se olviden de ellos!

Si se están por casar pero todavía no viven juntos, vayan poniendo en práctica tomar decisiones juntos como la de qué souvenirs de casamiento económicos elegir o cuáles son las tarjetas de casamiento que más les gustan. Levantarse diariamente con la persona que eligieron es una gran experiencia, aunque algunos eventos puedan nublar el día a día. ¡A construir y seguir cultivando la relación!