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Casamientos

Sara y Alberto, un casamiento y mil viajes

Como dice el dicho: cada casamiento es un mundo. El casamiento de hoy fueron muchos mundos enlazados para crear una celebración más hermosa. Ahora verán por qué, sigan leyendo.

 

La intriga y la sorpresa fueron los grandes protagonistas del evento que aquí les contamos. Así lo querían los novios, Sara y Alberto, quienes no querían develar ningún detalle sobre el casamiento. Es así que la información y cada detalle se fue brindando con cuenta gotas. Por eso, lo único que les dijeron a los invitados fue que debían estar preparados en la puerta del Hotel Ágora a las 18:00hs, momento en que comenzaba esta aventura.

Una vez allí cada uno recibió un sobre que contenía 3 billetes ficticios de avión, éstos eran imprescindibles para poder acceder a los diferentes momentos del casamiento (a la ceremonia, al cóctel y al banquete). En cada lugar los esperaría una azafata para hacer los check in a la fiesta.

 

 

La siguiente sorpresa fue entregar alpargatas a las mujeres invitadas (cada una podía elegir entre varios colores). Justo en este momento se les dijo que irían de excursión. Así que todos los invitados en fila india comenzaron a seguir el camino sin saber dónde iban, pero poco a poco comenzaron a entender el porqué de las alpargatas. La excursión era subir hasta el Castillo de Peñíscola a través de sus hermosos caminos empedrados.

Las sonrisas eran cada vez más grandes y los comentarios cada vez más fuertes a medida que se acercaban al lugar. Algunos ya deducían cuál era el destino final. Durante el recorrido, disfrutaron de unas de las vistas más maravillosas del lugar.

 

 

Ya en la cima, los invitados disfrutaron de un refrigerio previo a la ceremonia en la cocina del Castillo bautizada como El Caldero de Los Deseos, una sala fresquita y oscura con un caldero del siglo XIX. Colocamos unos dulces y unas botellitas de agua en una mesa larga de madera también de la época y unos pergaminos al estilo medieval, para que los invitados escribieran deseos a los novios y los colocarán dentro del caldero.

 

 

A continuación, se procedió a ingresar a la sala gótica del castillo. Una increíble sala medieval donde tuvo lugar la ceremonia. Como Sara no quería flores en su casamiento, toda la decoración fue con pompones, cintas de raso y velas, manteniendo un estilo delicado y romántico.

Ella también seguía el mismo estilo, con un ramo de novia de tela de peonías en color rosa y su vestido de novia era un clásico diseño con palabra de honor, con falda debajo de las caderas con volumen y pequeños volados.

 

 

Cuando terminó la ceremonia, se dio curso a la siguiente sorpresa. El cóctel se celebró en el salón principal y la pileta del hotel. En la puerta los esperaba una periodista que iba entrevistando a los invitados como si fuera la alfombra roja de los Martín Fierro u Oscar. 

La siguiente sorpresa fue la entrada de los novios, la cual fue muy graciosa. Por megáfono se anunció el último aviso para los pasajeros Sara Busquets y Alberto Romanillos, en español y en inglés, igual como se hace en los aeropuertos. Así que los novios entraron corriendo como si llegaran tarde al vuelo, con sus valijas, sobrero, corridas y relojes. Todos se quedaron muy sorprendidos.

 

 

Los centros de mesa eran muy originales, hechos con peceras con peces vivos y cada mesa representaba una cuidad a las que los novios habían viajado. Las minutas eran en forma de aviones de papel con el sello oficial del casamiento.

Durante la cena y la fiesta el ritmo fue alucinante, entre plato y plato, más y más sorpresas, la gente no paró de divertirse, brindar y festejar.

 

 

Finalmente, la sorpresa que dio el broche de oro a este casamiento fue: el baile de los novios. Dejo a todos con la boca abierta, miren: 

*Artículo cedido por Erika Ramiro de Presume de Boda.