Los flujos energéticos, ciclos y procesos naturales se vinculan con las fases de la luna. En la mitología y el calendario lunar estos procesos son más conscientes y aplican o aplicaban a distintos aspectos de la vida, las bodas entre ellos. Si están planeado el casamiento, descubran estas claves del vínculo entre la luna y el matrimonio.
1. La espiritualidad
La Luna siempre fue considerada como mediadora entre la Tierra y el Cielo, entre los dioses y los hombres. Los mitos, los símbolos y las religiones la asociaron con la fertilidad y la sabiduría. La luna marca sus ciclos de crecimiento, esplendor, declinación y desaparición. No tiene luz propia, la recibe del sol y la refleja. Como los humanos, es cíclica, y también como los humanos, es voluble o cambiante. De ahí la espiritualidad y el simbolismo metafísico que podemos encontrar en la luna y ver reflejados en nosotros mismos y nuestro entorno más cercano.
2. El ciclo lunar
El tiempo que transcurre para que la luna vuelva a pasar por la misma fase es de 29,5 días. Esto se conoce como período de lunación o mes sinódico. Dependiendo de su posición respecto a la Tierra y el sol, se irán dando las diferentes fases del ciclo, definidas por la intensidad de la luz que la luna proyecta hacia la Tierra.
- Luna nueva: es el comienzo del mes lunar, también llamado novilunio. El satélite natural se encuentra situado entre la Tierra y el sol, de manera que su hemisferio iluminado no es visible para los humanos.
- Luna creciente: comienza a vislumbrarse la superficie y la luna puede observarse durante el día y tras la puesta del sol. Con el paso de los días, esta iluminación es cada vez mayor.
- Luna llena: también llamado plenilunio. La Tierra queda exactamente en el centro del sol y la luna, conformando un ángulo de 180°. La luna es visible toda la noche.
- Luna menguante: es una fase en contraposición con el cuarto creciente. La luz comienza a menguar y la luna alcanza su cenit al amanecer.
3. ¿Qué representan las fases de la luna?
- Luna nueva: la luna está por completo oscura. Es un tiempo de introspección, de viajar hacia el interior y estar quietos. De este modo, no es ideal armar reuniones, encarar proyectos nuevos o discurrir sobre temáticas complejas.
- Luna creciente: las energías se renuevan y podemos crear proyectos, comenzar a planear el vestido de novia, ver estilos de tarjetas, definir ideas para souvenirs de casamiento, incluso, cambiar hábitos o iniciar una actividad nueva. Las novias pueden cortarse el cabello para el próximo peinado y que crezca con más energía. La luna creciente predice un matrimonio armonioso y feliz.
- Luna llena: la energía de la luna está en todo su esplendor. Es una fase ideal para llevar a cabo los proyectos y poner énfasis en todas las intenciones nuevas que se verán potenciadas por la magia de la luna. La influencia positiva de la luna llena trae abundancia y augura un matrimonio fértil.
- Luna menguante: comienza un tiempo de reposo y descanso. Los proyectos van llegando a su finalización. Con carácter más esotérico, la luna menguante es beneficiosa para dar corte a situaciones o poner fin a una etapa. Por ende, también es un tiempo para que las cosas no prosperen.
4. Supersticiones de casamiento
Algunas parejas más supersticiosas pueden contemplar los ciclos lunares y la influencia de los astros y los planetas regentes para elegir la fecha de boda. El cuarto creciente o la luna llena son las mejores fases para casarse y tener dicha y fortuna, según los simbolismos, la espiritualidad y los misterios de la luna. Los matrimonios que se celebren en luna nueva o cuarto menguante no correrán con la misma suerte.
Lo cierto es que la luna está presente en nuestras vidas y es favorita de las leyendas e historias de amor. ¿En qué luna se casan?