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Casamientos

Ceremonia nupcial

Con el sonido de la marcha nupcial de Wagner y la entrada de la novia comienza uno de los momentos más esperados por los invitados a un casamiento: la ceremonia nupcial. Por ello es la promesa más importante de nuestra vida.

En los casamientos religiosos, la ceremonia comienza con la Monición, es decir, la lectura de ciertos textos de la Biblia, la cual será llevada a cabo por los novios, quienes deberán leer también sus votos, y por ciertos invitados como los padrinos o familiares cercanos. 

 

Posteriormente, la introducción al interrogatorio recuerda que los novios han acudido para casarse ante Dios y da paso a la interrogación o escrutinio que confirma la voluntad de los novios de casarse, la aceptación de los valores que ello implica y la promesa de educar a los hijos según esos mismos valores.

Los novios entonces se dan la mano para realizar unidos una promesa de fidelidad y amor eternos. Esta parte es conocida como consentimiento. En este momento existe la opción de cantar la aclamación, cantos de agradecimiento a Dios.
A continuación el sacerdote bendecirá los anillos y los entregará a los novios, para que uno y otro sellen su compromiso con la imposición de los anillos.

Por otro lado, la ceremonia del casamiento civil se caracteriza por ser más breve que el rito religioso y constar de dos partes: la lectura de los artículos del Código Civil referentes a los derechos y obligaciones de los contrayentes, por un lado. Y el consentimiento mutuo de los novios ante el juez de paz y los testigos designados, por otro.