Soy Agos Gundin, obsesiva de los detalles y la puntualidad. Cuando me preparo para cubrir un casamiento imagino todos los momentos y las cosas que pueden pasar. El bolso va siempre con baterías extra, cargadores, la caja de 40 pilas y el listado con los horarios y las cosas que no nos pueden faltar. Pero el primer, primerísimo paso antes de cualquier evento, es juntarme con la pareja, conocernos, conocer su historia y chusmear cómo decidieron dar el sí.

Cada pareja tiene su particularidad y su propia onda y, a veces, no puedo evitar que los detalles que planearon me tomen por sorpresa, como si fuera una invitada más. Por eso siempre trato de dejar un registro de todo, que no se escape ningún detalle. Son esos pequeños detalles que después todos recuerdan, los que le dan su propio estilo y personalidad a cada festejo y, por lo menos a mí, me encanta que eso quede capturado para siempre.

Cuando me preguntan por qué me gusta tanto la fotografía de bodas, siempre doy la misma respuesta: no existe nada más lindo que poder retratar y congelar esos momentos de amor y felicidad.

Para mí siempre es un honor que me elijan para compartir el día más importante de sus vidas hasta ahora, y siempre me esfuerzo por estar a la altura.
¡Trabajemos codo a codo en la boda de sus sueños!