El casamiento de Mauro y Carol en Wilde, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

¿Qué puede esperar uno de su casamiento? ¡El día más feliz de nuestras vidas!

Esperas mucho sin duda. Pasarlo bien, estar felices, que la gente esté a gusto, que coman bien, que ese día pueda ser recordado por todos por haber sido muy especial en cada pequeñito detalle y por más sencillo que sea el evento. Pues les cuento que el nuestro fue justamente así. Muy sencillo, humilde, lleno de pequeños y grandes momentos a la vez. Se llevó a cabo en la terraza de nuestra casa, que es en un cuarto piso y hay espacio. La mamá de una amiga me hizo el vestido y realmente me sentí muy bella y sexy. Mi mamá viajó desde Colombia para estar, así que fue ella quien me llevó al altar. La ceremonia y fiesta fue en la terraza, al ser nosotros cristianos pedimos al Líder de nuestra iglesia poder asistir… Realmente fue super sublime. Nuestros familiares y amigos oraron por nosotros, así que estamos benditos.

Se comió rico, pizza recién salida del horno de barro, sándwich de bondiola que nos hizo mi suegra, que estaban para chuparse los dedos; tomamos cocteles, y alguna que otra latita de cerveza. Y después, partimos con Mau la torta. La verdad muy buena, todo el mundo me comentó que fue riquísima. Y como éramos poca gente, sobró mucho de todo, así que al final, como mamá con un hijo que vive lejos, les repartí a todos platos para llevar a sus casas.