El casamiento de Lucas y Mica en Arturo Seguí, Buenos Aires

Cuando finalizó y casi al haber saludado a todos nuestros invitados, se levantó un fuerte viento y se largó una llovizna, una nube pasajera anunciaba lo que sucedería a lo largo del día. Cuando llegamos a la quinta, vimos que los livings y la barra estaban armados adentro del quincho y que ya nuestros planes debían cambiar.

Le comentamos al personal de la quinta que nuestra idea era hacer todo afuera y nos respondieron que, si el tiempo acompañaba, así lo iban a hacer. Luego de nuestra entrada con bengalas, saltando y bailando con la canción Can't Take My Eyes Off You, comenzó la recepción. Elegimos el catering de El Banquete, y la verdad estuvo todo muy rico. Habíamos elegido una propuesta de finger food e islas, siguiendo con la idea descontractura que queríamos para toda la fiesta.

Además, tuvimos nuestro no vals, elegimos una canción de jazz que nos gusta mucho y la bailamos junto con mi novio y los invitados, y luego la primera tanda de baile. Salió el sol y pudimos hacer fotos en el parque con los invitados, hasta que una pequeña llovizna nos obligó a entrar nuevamente al salón.

Jugamos al bingo nupcial, un juego que lo armamos nosotros y que nos inspiramos en algunas de las trivias que proponía Casamientos.com.ar. Nuestros invitados debían responder 9 preguntas sobre nosotros y cantar: ¡bingo! Nos reíamos mucho con las respuestas de ellos y llegué a decir: “¿a quién invitamos, amor?”. Nadie nos conoce.

Llegó el momento del brindis y la torta, y el tiempo nos dejó nuevamente disfrutar del parque. Para el carnaval carioca no queríamos los típicos gorros y silbatos, así que elegimos hacerle una careta de un famoso a cada invitado. Nos tomamos el tiempo para pensar quién podría ser cada uno, pero lo mejor fue la reacción de ellos, cada invitado se puso en personaje y disfrutamos mucho de ese momento.

Y, para cerrar nuestra fiesta, elegimos hacer un sifonazo. Sí, salimos al parque y cada invitado recibía un sifón de soda para jugar al carnaval. Si bien ya a la noche ya estaba un poco fresquito, casi todos, incluidos amigos y familia, se sumaron a mojarse y divertirse con nosotros.

Ese día pasamos por las 4 estaciones, parecía que el tiempo quería jugar con nosotros y opacar nuestros planes, pero no lo logró. Nosotros disfrutamos muchísimo y así también nuestros invitados, que ahora nos preguntan: “¿Cuándo tendremos una próxima fiesta?”.