El casamiento de Juan y Belu en Tigre, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

Nuestro civil fue un Viernes al mediodía y la ceremonia religiosa fue al día siguiente. Nos casamos por iglesia a la tarde y no pudo haber sido mas perfecto. Nos tocó un día ideal, sin frío, pero tampoco sin demasiado calor. Nuestra ceremonia fue muy íntima en una parroquia muy linda. Nunca antes había estado tan nerviosa como al momento de mi entrada. Es muy difícil de explicar la mezcla de nervios, emoción y felicidad que se tiene en ese momento. Aún recuerdo cuando escuché al coro cantar el Himno de Vangelis que elegimos para mi entrada y al día de hoy se me sigue poniendo la piel de gallina. Luego de la ceremonia nos fuimos a un Club Antiguo de 1873 que fue el lugar que elegimos como salón. Allí tuvimos una recepción acompañada de rica comida y cerveza artesanal con una inmejorable puesta de sol como fondo. Juan y yo tenemos el mismo sentido del humor por lo que tratamos de que nuestro casamiento sea original y divertido. Al no tener demasiados invitados, pudimos hacer cosas personalizadas como vasos con nombres, una entrada original al salón, videos personalizados, caretas con las caras de los invitados, entre otras. En definitiva, tratamos de ponerle un toque divertido a cada cosa y eso hizo que todos quedaran fascinados y nosotros nos divirtamos como nunca. Es al día de hoy que seguimos recordando cosas y riéndonos tal como lo hicimos cuando las planificamos. Sin duda ese fue el día que quedará en nuestra memoria como el día más lindo y divertido de nuestras vidas.