El casamiento de Francisco y Melina en La Plata, Buenos Aires

Amè mi casamiento. Lo volvería hacer todo igual.

Nos maquillamos todas juntas con mis mejores amigas y mi mama. Mi cuñada y mi suegra. Luego llegaron los chicos, mi ahora marido, los papas y hermanos. Mucho ruido, calor y caos pero hermoso caos.

Nuestra ceremonia fue hermosa, hicimos el ritual celta de las cintas pero modificado a nuestro propio gusto, elegimos 6 amigos y hermanos para que cada uno nos dedicara una bendición segun el color de las cintas, para luego unir todas las bendiciones en un nudo infinito.

Nuestro maestro de ceremonia fue el tio Juan. Padrino y tio de mi marido, un divino, un genio. Todo fue hecho con mucho amor, espontaneidad, originalidad y se notaba en el aire el amor y la felicidad de todos.

Luego elegimos hacer participes a los padres para que nos dedicaran unas palabras, hermoso momento, emotivo, emocionante, divertido y familiar.

Como sorpresa, mi tia abuela nos leyò unas palabras, no solo por el casamiento, sino tambien porque ese mismo dia era el cumple del novio.

Por supuesto soplamos las velitas y se llevó el primer regalo como marido y mujer, una sarten de hierro fundido. Momento HIPER divertido de la fiesta.

Una vez terminada la ceremonia y al ritmo de Freddy Mercury salimos. La musica de la ceremonia nos hizo emocionar hasta las lagrimas. Elegimos para mi entrada una canción DEMASIADO nuestra, super original y que nos representaba (A primera vista, Pedro Aznar).

Y para la entrada al salón bien arriba tambien nuestro artista favorito, Michael Bubble.

Hubo mucho baile, mucho glitter, tattos, stikers, MUCHO MUCHO cotillón, piñata con Capitanes del espacio, botellitas de whisky y muchos palitos de la selva, exceso de alcohol, exceso de calor, de musica y de diversión. LA PASAMOS INCREIBLE.

Amo a mi familia, amo a mi marido y amé a nuestros proveedores.