El casamiento de Fernanda y Santiago en San José de Guaymallen, Mendoza

Fer y yo somos dos jóvenes de 23 años que quisimos emprender el viaje a vivir esta hermosa locura del casamiento y el matrimonio que, obviamente, recomendamos con todas nuestras fuerzas.

Por mi parte, compré mi traje casi de forma completa en el local de Sportman, fui directo a la calidad y a lo confiable. No estipulé en el gasto de algo que es para toda, toda la vida, como las fotos y los recuerdos de esa noche mágica.

Todo fue hermoso, insuperable, estaba nervioso, pero con una meta en particular en el mismo día: no dejes de disfrutar todos los detalles. Y me refería a mis invitados, contemplar la decoración, disfrutar los regalos de la familia, la comida, y por sobre todo, la brillante belleza de mi esposa.

Aunque los servicios fueron excelentes, todo fue más excelente gracias al cuidado y la guía de Dios en todo. Encomendamos a él todos los detalles, la gente, nuestros nervios, el estrés, las fuerzas, todo, todo. Dios nos permite vivir cada momento inmersos en su perfecto amor. Por eso, la ceremonia religiosa fue nuestro enfoque principal, agradecidos a él por su perfecto amor, todo el tiempo buscamos adorarle en esa situación.

Aprovechamos dicho momento para decir nuestros votos (cosa que es muy emocionante, fuerte e importante) y para despedirnos de nuestra familia (otro momento muy intenso pero hermoso).

Fue más de lo que soñamos, fue más de lo que imaginamos, Dios nos sorprendió en cada detalle y la familia nos sostuvo en cada momento. Casarte es la mejor decisión que podés tomar.