El casamiento de Santi y Sabri en San Fernando, Buenos Aires

Hablando de tranquilidad, tener mi ramo (y mi tocado del civil) listos varios meses antes fue un 10. Todo se lo debo a Caro de Blumenarte. Una genia que te llena de amor, colores, alegría y buena energía, además de hacer unos ramos y tocados divinos con flores preservadas que van a durar toda mi vida.

Renglón aparte para el gran creador del vestido de mis sueños. Siempre supe lo que quería y él logró hacer que la realidad supere las expectativas. Darío Lobato, de Divas Darío, hizo magia. Lo recomiendo para siempre. Es una persona increible, con un humor genialísimo y hace vestidos soñados. Mi sueño hecho realidad.

Volviendo al nuestro día tan especial, decidí peinarme y pintarme en casa y cambiarme directamente en el salón. Como la ceremonia era en el lugar y nos casabamos un día viernes, preferí hacer todo con tiempo y calma.

Darío fue a vestir hasta el salón.

Puerto Chico Eventos se hizo cargo del resto. Decoración, tanto de la ceremonia como del salón, luces, DJ (la rompió toda la noche), decoración en el deck, barra de tragos (uno mejor que el otro) y la comida (no por haber sido mi casamiento, pero fue la mejor comida que tuve en un evento de tantas personas). La recepción, el plato principal, el postre, la mesa dulce y el fin de fiesta (las medialunas con jamón y queso más ricas del mundo) se llevaron todos los aplausos. Nuestro fotógrafo Gonzalo Machado fue un genio, nos acompañó en todo momento. Contratamos con él una cabina de fotos que funcionó toda la noche. Los invitados no paraban de entrar y salir para sacarse fotos. Éxito rotundo. En la mitad de la fiesta, tocó en vivo Funkbeat, también una gran recomendación de Casamientos.com.ar una banda de funk, pop, música de los 70 y 80 que suena increíble.

La rompieron toda. La gente no paró de bailar y cantar durante la hora que duró el show. Fue un toque que hizo que la fiesta sea totalmente distinta y un éxito total.

Durante varios días después de la fiesta, los invitados no pararon ni un minuto de decirnos lo bien que la habían pasado y sobre todo, y es lo que más felices nos hace, cuánto amor se había sentido durante toda la noche. Después de leer esos mensajes dijimos: "misión cumplida".

Un sueño hecho realidad que reflejó todo el amor que nos tenemos. Rodeados de personas que nos quieren llenos de felicidad y amor. No podemos pedir más.

Somos felices y nos amamos para siempre.