El casamiento de Juan y Carolina en Avellaneda, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

El día previo ya arrancó muy temprano, para terminar de última todos los detalles: buscar el ramo, llevar las últimas cosas al salón, terminar de arreglar con las chicas que iban a peinarme y maquillarme, todo, todo.

Yo me fui a casa de mis papás y Juan a la casa de sus papás porque ninguno había visto la ropa del otro, ni el peinado, ni nada, queríamos sorprendernos.

Fue un dia horrible, llovia de a ratos y había mucha humedad y la combinación humedad-flequillo es terrible. Pero no pude haber elegido mejor a la persona que me peinó y maquilló, las chicas de Púcara Makeup, que me dejaron divina.

Llegaron súper temprano y yo ya estaba lista, porque obviamente no dormí nada de nada, así que tuve tiempo de levantarme, desayunar y bañarme muy tranquila.

Le pedí a mi papá salir temprano de casa por cualquier cosa que pase con el tránsito, porque estábamos un poco lejos del civil. Y sí, nos agarró el piquete más grande de la historia. Por suerte nosotros salimos con tiempo pero el novio llegó justo y el testigo no pudo llegar, así que tuvimos que cambiarlo a último momento.