El casamiento de Gustavo Javier y María Laura en General Rodríguez, Buenos Aires

La crónica de nuestro casamiento

Mi casamiento, tanto ceremonia como fiesta, se celebraron en una quinta. Desde temprano fui a lo de mi mamá para empezar los preparativos. Deje las cosas en su casa y nos fuimos a la peluquería.

¡Estaba muy tranquila y hacia un año que veníamos pensando y preparando todo! Así que fui disfrutando cada momento y cada cosa que tenía que ver con el casamiento.

Nos peinaron y maquillaron en la pelu y después nos fuimos a cambiar a su casa. Nos ayudó Darío, el modisto, que hizo su vestido. Y después empezaron los nervios. Mi mamá caminaba su casa de punta a punta y yo leí los miles de mensajes que llegaban con buenos deseos y hasta que vi una de mis amigas, las de toda la vida, ¡y me emocioné!

Luego vinieron a buscar a mi mamá y a mí. Nos fuimos con mi padrino de boda en un auto alquilado con tiempo, por si en el camino teníamos algún entretiempo.

Llegamos y estaba todo listo. Y así comenzó la ceremonia. Primero Gustavo con su madrina, luego mi mamá con el padrino de Gustavo. Después el cortejo de mis sobrinas y mi padrino y yo. Llegué al altar y, de la mano de Gustavo, comenzaba mi nueva historia. Llegando el atardecer terminó la ceremonia. Se hizo suelta de globos y sonaba la marcha nupcial.