El casamiento de Fernando y Claudia en San Lorenzo, Salta

El cambio de vestido fue en su habitación, nos relajamos nos mimamos, y después de un video super bello realizado por mi mejor amiga, bajamos por esas escaleras mientras sonaba Río Roma, “Contigo”, aplausos asombros, mi vestido era un tutú rosa réplica de la película Sex and the City, los zapatos tenían un pompón, era la tendencia para este año. Bailamos el vals con cada uno de los invitados, luego agradecimos, entregué el ramo y los obsequios a las damas (una preciosa bolsa rosa con nuestro logo: sí, hasta un logo nos hicimos, dentro: un kimono y otros detalles).

Arrancó el baile carioca, antes las organizadoras repartieron una bolsa con abundante cotillón por mesa. El rey, mi amado, se sacó el saco y camisa pintada por un artista, el mismo que pinta las camisas de los Tekis, lucía orgulloso su humahua con el símbolo del carnaval, claro, estábamos en la fecha del carnaval por eso hasta el show de músicos tenían relación, Viento Andino, ¡más!

Bebidas de lo que pidas, hasta cerveza Paceña había. El menú fue lo más alabado, contratamos un chef internacional europeo que se está iniciando en este rubro, pero preparó sus famosas tapas mundiales para la entrada, que muchos quedaron con la boca abierta. El plato principal fue lo más realmente se lució, obvio antes explicó de que constaba el menú y con su tonada alemana fue aplaudido por los invitados.

Vivimos nuestro sueño, la música fue perfecta, nadie quería irse, el lugar era como el de Alicia en el país de maravillas. Entregamos zapatillas para que las damas no se cansen con los tacos, y bolsitas de emergencia para los hombres, había una foto cabina a la cual le sacaron el jugo. Los souvenirs eran unas suculentas bellas, al igual que la torta, mitad super héroe, mitad princesa. Todavía guardo el ave con flores que me hice hacer como tiara, azul e igual que en la película de Sex and The City. Hubo de todo, no nos faltó nada y ese día fue el día mas increíble para los dos, estaban todos los seres que nos quieren, la noche se prestó para que haya magia. El resto se los dejo a la imaginación. Somos inmensamente felices… Gracias por leerme.