El casamiento de Andrés y Ana en Maipu, Mendoza

La ceremonia civil y religiosa decidimos hacerla en el salón Finca Martínez, quienes nos brindaron un servicio extremadamente profesional, de hecho, siempre que nos encontramos con algún invitado nos comenta de esto y de lo genial que salió todo. La cantidad y variedad y calidad de comida que hubo fue maravilloso y por demás exquisita, nuestro menú tenía: recepción de bocados fríos y calientes (canapés, cazuelas, empanadas, fiambres y encurtidos), estaciones temáticas, en nuestro caso elegimos la oriental, cuyana y estación de disco y plancheta. Una barra muy completa (todos los tragos que se te ocurran, bebidas línea Coca Cola, jugos y licuados), postres de todo tipo (cheescake, chocotorta, flanes, etc.). Luego hubo tolva de café y té, variado con miniaturas dulces que te servías cuando querías, y en la medianoche pizzas, quesadillas, hamburguesas. Realmente nuestros invitados se fueron más que satisfechos con todo el servicio increíble de comida. El DJ, un genio, sincronizo todas las canciones que le pasé del cronograma a la perfección y el sonido impecable.

Por otro lado, lo que hizo especial la fiesta, además de que fue un casamiento poco común aquí en Mendoza, donde gran parte son católicos, y por lo general recién llegan al salón luego de la misa, ver una boda evangélica marcó la diferencia y, aunque muchos eran de otra religión, todos nos felicitaron por lo que dijo el pastor y se sorprendieron porque en el sermón se notó que nos conocía y marcó ese toque especial. Hicimos las entradas con música de nuestro juego favorito “League of Legends”, eligiendo la música más imperial que encontramos. Teníamos muchos nervios de que saliera bien la entrada, pero gracias a Dios, pese que solo se practicó una vez lo coordinaron, ¡excelente!

Contratamos a LM Plataforma 360 que le dio el glamur al evento, lo colocamos en la cena, y luego en el baile, luego de bailar el vals. La coreo que ensayamos (ya sin tantos nervios) llegaron los robot led de Vulcano, y como les cuento que fue como ver en cámara lenta, la gente estaba fascinada, saltamos y bailamos todo.

En fin, estamos sorprendidos por la cantidad de invitados que lloraron en la ceremonia, yo me lloré todo, y aun cuando veo los videos y las fotos lo hago (que, dicho sea de paso, fue una de nuestra mejor inversión). Hicimos sesión pre-boda de video juegos, y fue increíble. Luego nos pasaron los videos, y por Dios, fue el estilo artístico-cinemático que buscábamos, el arte de Joel Romero y Ezequiel Fernández es lo más.

Todos han hecho de esta boda algo tan bonito, tan preciado, tan eterno… Espero recordar esto toda mi vida, porque lo hermosa que me sentí con mi vestido, con cada uno de los detalles que son muchos más (sería mucho para escribir, pero tengo tanto que agradecer). Me casé con el hombre de mi vida, ese que tanto he esperado y le pedí al Señor, no hay felicidad más grande… Espero todas y todos puedan sentir esto tan hermoso que siento.