El casamiento de Alan y Anto en Pilar, Buenos Aires

Cenamos, tomamos unas cervezas, hicimos mascarillas y nos reímos mucho. ¡Cómo llovía! Yo ya estaba nerviosa. Hacía días decían que iba a llover el sábado, que era el día de la fiesta. De todos modos, había plan B, C y D, y nada iba a opacar ese día. ¡Así que a dormir y relajar!

Al otro día, sábado, me desperté, desayuné y miramos películas con mis amigas hasta las 13 horas, que ahí decidí ir a bañarme. Como verán, novia 100 % relajada. Jamás sentí nervios. Viví para disfrutarlo que era lo que más quería. Y así fue…

Me bañé, comimos unos sándwiches ¡y llego el peinador, ¡que era el mismo para las 8! Un genio. Así que empezó a peinar a mis amigas y yo me tiré en la cama a tomar champagne, como toda reina merece. Tipo 16 me habrá empezado a peinar y mi testigo fue mi maquilladora, así que, en paralelo, me maquilló.

La verdad que super disfruté prepararme con ellas a puro champagne y baile. Ellas más nerviosas que yo, ¡yo disfrutándolo muchísimo! Tipo 17 llegaron los fotógrafos (acá les dejo fotos). Sacamos algunas en el hotel y después ya a cambiarnos porque a las 18:30 era mi gran entrada. Y así fue.

Me fui en el auto, esperé sobre la calle a que me toque entrar. Entre con mi abuela, ya que mi mamá murió en agosto de 2021 y mi papá en 2018. Así que, con ella del brazo, mi ahijada llevando la cola y mi sobrino llevando las alianzas, encare al altar al ritmo de “Somewhere over the rainbown”. La energía que había era perfecta, y ahí estaba Alan esperándome.

La obra la ofició mi tío, que dijo muy lindas palabras e invitó de sorpresa a mi mejor amiga a que hablé. Ahí sí, lloré, reí, lloré y me volví a reír. ¡Muy intenso! En la salida del altar hice unos burbujeos para que nos tiren burbujas. ¡Y ahí arrancamos!

Comida, bebida, fotos y mil gritos. Entramos fiel a nuestro estilo con “Re Piola” para que todos se copen a bailar, y la verdad es que en ningún momento la pista estuvo o pareció estar vacía. ¡Es real que la fiesta la hacen los novios, y si los novios están felices y bailando los invitados acompañan y dan todo! Salió todo increíble. E

l catering fue JCG Catering, la barra Bonos, el vestido y el traje del civil me lo hizo Pau, de atelier Aymara Novias, los zapatos de Paruolo, fotos y video de Swisslight, ambientación de las chicas de Joda Chic, las caretas del carnaval carioca de Celebrity Props, las vinchas de flores y de precintos, hechas por mí. Me compré unas zapatillas básicas que costumicé para estar cómoda a la hora del baile. La verdad, no hubo nada que haya podido opacar mi noche. Nada que me haya amargado o preocupado. Fue tan genial. ¡Valió demasiado la pena todo! Gracias a Casamientos por haber creado este espacio donde tantas dudas me saqué y tanto me ayudaron. Ojalá todos puedan tener un día tan espectacular como el que tuve. Casarse y festejar, re mil vale la pena. Viva el amor.