El casamiento de Tetè y Nati en Bell Ville, Córdoba

La crónica de nuestro casamiento

La verdad que creí que me iba a morir de nervios ese día, pero la verdad que no, lo pude vivir bastante tranquila y disfrutar de cada momento. Solo nos pusimos un poco nerviosos porque el clima no sabíamos si nos iba a acompañar y teníamos pensado hacer civil y recepción afuera del salón, y por suerte el tiempo acompañó.

La noche anterior al casamiento fui a dormir a la casa de mi mamá, y desde ese momento no vi más a mi novio hasta el momento de la iglesia. Ambos nos cambiamos en el mismo hotel, pero no nos vimos. Yo con mi mamá y mi abuela materna y mi novio con su hermano y papá. Después, fueron amigos y mi papá a brindar.

El momento en el que entré la iglesia fue único, fue el momento más hermoso de mi vida. Caminar del brazo de mi papá y delante mío los soles de mi sobrina, fue lo más lindo; ver que en el final me estaba esperando quien iba s ser mi esposo, esa persona maravillosa que había elegido, es algo que no se explica, solo se siente.

El padre que nos casó, excelente. Fue una misa hermosa, corta, cálida y concreta, maravillosa. Ya después, todo lo otro se fue dando solo y nada de nervios, solo tratando de disfrutar cada momento. Fue un casamiento super largo, lo desfruté desde el momento uno. Chicas, disfruten, es un omento único, ¡no se vuelve a vivir!