El casamiento de Richi y Marian en Centenario, Neuquén

La crónica de nuestro casamiento

El día del casamiento comenzó con una larga siesta en el hotel, siguió maquillándome y peinándome con mi mamá y mi hermana (que vino desde México para acompañarme), una previa preciosa, distendida, aprovechando cada minuto, brindamos, nos reímos hasta que nos dolió la panza y nos emocionamos juntas.

Después llegó el novio. El momento de vernos fue impactante y volvimos a llorar todos, estaba tan lindo que me moría de amor.

El casamiento comenzó al atardecer al aire libre, yo casi me lo llore completo de la felicidad que tenía. Siguió con un espacio de relax y distención en un patio cervecero en un saloncito decorado como bar. Een el cual tomamos bastante cerveza artesanal y nos animamos para arrancar la noche.

Luego, en otro espacio... la cena, el baile, mi marido, los amigos, la familia. Disfrute cada segundo, cada invitado, nos divertimos, nos reímos, nos emocionamos, una felicidad absoluta. Quisiera casarme un millón de veces más con el amor de mi vida.

Te amo mi bombón.