El casamiento de Mario y Vale en Villa María, Córdoba

Cuando llegamos, la organizadora me avisa que la jueza no estaba. No se imaginan mi desesperación! Yo soy puntual, siempre, y llegué a hora, la jueza no. Esperé en el auto 5 minutos y apareció. Se bajó del auto corriendo, pidiendo disculpas,¡ ahora si había llegado el momento!

Bajé del auto, entré con mi papá de la mano, mientras sonaba "A Thousand Years" de Christina Perri, me esperaba Mario y nuestros cuatro testigos. En los primeros pasos miré a algunos invitados que me sonreían. Como algunos ya lloraban, no pude mirar más, porque sino no iba a poder parar de llorar yo también.

La ceremonia fue hermosa, la jueza muy cálida y dulce en sus palabras. Hizo hablar a nuestros testigos, para que contaran desde cuando nos conocían, y nos dejaran sus buenos deseos. Ahí lloramos todos! Después de eso, hicimos intercambio de anillos, llamamos al frente a nuestro sobrinito, y primitas de ambos, todos bellos, para que nos los trajeran, y como cierre, sellamos nuestro amor con lindo beso, lleno de aplausos a coro.

Después de más llanto, vinieron los abrazos de la familia y amigos. Tuvimos 150 invitados presentes. Comenzó la recepción, en los exteriores del salón, la gente comió sin parar.

Transcurrida una hora aproximada de recepción, todos entraron al salón, y al final ingresamos nosotros con el tema "Por fin te encontré" de Ismael Serrano. Almorzamos compartiendo la mesa principal con nuestros testigos y sus parejas. Mientras servían el postre, aprovechamos el living hermoso que nos armó nuestra decoradora para sacar las fotos con los invitados, por cómo estaban ubicados en las mesas.

Para cerrar la parte "de adentro" de la fiesta, digamos, pasaron un video clip con nuestras fotos de pequeños, seguidas por las fotos de la sesión pre-boda. Otra vez llanto, que se secaron rápidamente cuando empezó a sonar la música afuera, en la galería techada ubicada frente al jardín de la quinta.

Bailamos sin parar hasta que nos echaron. El horario pactado era hasta las 20.30 horas ‘pero nadie se quería ir! Nos pusieron algunos temas más y nos dejaron quedar hasta las 21.15 hs.

Todos nuestros familiares y amigos compartieron un día mágico, todo salió increíble, ¡la sensación es inolvidable!

¡Celebremos la vida! ¡Celebremos el amor!