El casamiento de Joaquin y Dominique en Caballito, Capital Federal

La crónica de nuestro casamiento

¡Fue el mejor día de mi vida! Estaba nerviosa, ansiosa, pero todo el esfuerzo que hicimos para planificar nuestro casamiento, valió la pena. Valió la pena cada detalle, gasto, emoción, ¡todo! ¡Ese día estaba tan emocionada! Mi papá no estaba físicamente, ya que en 2010 convirtió en mi ángel de la guarda, pero sé que estaba mirándome y acompañándome desde arriba y desde el corazón. En su lugar, uno de sus mejores amigos me llevo hacia el altar. ¡Ahí estaba mi futuro marido esperándome tan feliz y emocionado!

Tuvimos una misa divina. Luego fuimos para la celebración de nuestra unión: ¡la fiesta! ¡Y qué fiesta! ¡Un fiestón! ¡Todo salió perfecto! Y estuvimos celebrando con todos nuestros afectos, quienes hasta el día de hoy nos dicen que nuestro casamiento fue mágico, divertido y emocionante.