El casamiento de Gonzalo y Carla en Las Heras, Mendoza

Tipo 14 horas ya sabía que habían vuelto todos y me relajé por completo. Vino una de mis hermanas a maquillarme, la otra me peinó. Le pusieron todo el amor. Yo estaba tranquila, hasta que se hicieron las 17 horas. Ahí no me gustaba el peinado, ni el maquillaje, ni nada. Estaba insoportable. Por suerte mis hermanas me conocen y saben que fue producto de los nervios, porque cuando veo las fotos me encanta como lucía.

A las 18 horas en punto partí para la iglesia, estaba ansiosa, nerviosa, feliz. La mezcla de emociones es difícil de explicar. Es un momento tan único. Tan hermoso. La vida me iba a cambiar. 18.30 ya estaba en la puerta de la Iglesia. Mis amigos, los que habían decorado la Iglesia, la habían dejado hermosa, mis sobrinos que eran el cortejo estaban todos bellísimos, mi sobrino más grande, quien me acompaño al altar estaba hermoso. Todo parecía un sueño. Solo que el cura no pudo oficiar la celebración y en lugar de eso enviaron a un diácono que un poco improviso la ceremonia. Con Gonza coincidimos en que no salió como lo esperábamos, no leyeron las lecturas que habíamos elegido, solo pudieron leer una y mi otra hermana se quedó esperando. Pero aparte de eso, la gente nos dijo que había estado bellísima. La iglesia estaba llena. Una de mis hermanas leyó una lectura bellísima y muy emocionante. Muchos amigos y familiares nos acompañaron. Fue hermoso ver la alegría y cariño de todos. Ya estábamos casados y rodeados de amor.

19.30 partimos a sacarnos fotos, los invitados al salón. Fue una gran decisión esta, ya que había un accidente camino al salón, un accidente enorme y estaba el trafico más de una hora demorado. Los policías solo dejaban pasar a quienes iban al casamiento, tras la insistencia de mis cuñados y hermana. Nosotros ni enterados de todo esto, porque estábamos haciendo fotos en una plaza cerca de la iglesia. Fue un momento especial, nos mirábamos y no podíamos creerlo.

21.30 llegamos al salón, nos perdimos la recepción, pero estábamos muy bien con el tiempo. DJ y fotógrafos perfectamente sincronizados. Una genialidad. Entramos al salón con "Juntos" de Abel Pintos, y un vídeo breve de nuestras fotos. Bailábamos y nos reíamos, mientras la gente aplaudía y los más cercanos lloraban emocionados.

Comenzó la cena, que fue con islas, súper relajada, la gente se sentaba donde quería, había islas de paella, tacos, humita, empanadas, wok de cerdo, jamón crudo. La gente no paraba de decirnos que el catering estaba genial. El salón se veía hermoso. Los detalles se lucían todos. Me agradecieron los kits para niños, nos felicitaban por tanto empeño en los detalles. Los postres fueron una locura, la gente comió todo lo que quiso. Fue un éxito realmente. Los 3 proveedores súper recomendables. Estaban atentos a todo. Me recordaron del ramo, del vídeo, de todo.

Luego pusimos el vídeo con fotos que habíamos pedido y estaba hermoso. También bailamos "No necesito nada" de NTVG. Para mí, ese fue el momento más especial de la noche, nos miramos y llorábamos. Estábamos felices y el amor se respiraba en el aire. No podíamos pedir más.

Después vino el vals, que en algún momento pensamos no bailar, pero fue una buena decisión hacerlo porque la gente lo estaba esperando. Ese momento fue una locura, la gente estaba muy feliz.

Finalmente, a las 23.30 empezó el baile. Cambié mi vestido y zapatos, por algo mucho más cómodo. ¡Y arrancó la fiesta! Indescriptible la onda y alegría de los invitados. Fue una genialidad. La gente disfrutó al máximo. Fueron 6 horas de baile, ¡una locura! 12 horas de fiesta. Increíble, súper relajado y divertido, tal cual lo soñamos.

Obviamente hubo detalles que fallaron, o no salieron como quise. La cortina para fotos no se aprovechó al máximo, la gente se llevó las cosas del baño, sufrí con los zapatos (pese a haberlos amaestrado durante meses), estuve más nerviosa de lo que quería. Pero disfruté al máximo, disfruté repartir los souvenir, los kits de niños, el cotillón, los antiresaca, cada cosa que durante meses preparamos con tanto esfuerzo. Disfruté con todos los que estuvieron. Nos sacamos fotos hasta cansarnos. Fue realmente especial. No se me pasó volando, fueron 12 horas mágicas. Mientras lo vivía: me recordaba a cada segundo que esto no iba a volver a pasar.

Consejos: Escuchen todo lo hermoso que la gente les dice. Gonza no paraba de decirme que era la novia más hermosa de todas. Recepcionen todos los buenos deseos de la gente que los acompañe ese dia. Disfruten al máximo, cada cosa que viven camino al gran día, no vuelve a pasar. No olviden nunca porque se casan, el amor debe sostener cada crisis, cada ansiedad, cada momento de nervios.

Vayan al hotel o desenchufen un par de horas antes del evento. Encomiéndense a Dios, a la Virgen o a quien las acompañe en la vida. Cásense temprano, el día es un solo y no está bueno vivirlo a las apuradas. Para nosotros casarnos 18.30 fue lo más. Rían, bailen todo, no se enojen por lo que fallo y vivan ese día a full. Deleguen la decó y detalles de último momento. Ese día tienen que descansar.

Y hoy escribo feliz, ¡con mi marido al lado y viviendo este gran sueño!

¡Los quiero y agradezco siempre la compañía!

Carla.