El casamiento de Federico y Patricia en San Isidro, Buenos Aires
Elegantes Verano Blanco 5 profesionales
F&P
24 Feb, 2017La crónica de nuestro casamiento
Nos casamos un viernes a la noche en Espacio Márquez II en Hipódromo de San Isidro. Habíamos conseguido un pack muy conveniente en uno de los salones más lindos de Buenos Aires.
La recepción empezó a las 21 horas en la pérgola de Márquez, un espacio completamente vidriado con vista y acceso a las pistas de caballos y mucho espacio verde, así que los que querían podían estar dentro de la pérgola, ya sea de pie o en los livings o mesas altas (el salón provee esto en el paquete) o afuera en el espacio verde, también en bancos y mesas con una vista privilegiada.
En la pérgola teníamos una barra y el paquete incluía todas las islas: quesos, sushi, cortes criollos, comida thai y mexicana, además del bandejeo. Me pareció super bueno ya que otros salones cobran las islas aparte. A los novios, mientras estábamos en nuestro cuarto privado dentro del salón preparándonos, nos trajeron una bandeja llena de una selección de lo que estaban sirviendo para que pudiéramos comer tranquilos.
Seguir leyendo »Luego, alrededor de las 22 pasaron todos los invitados al salón. Ahí entramos nosotros con una canción que le habíamos pedido al DJ y un video que se proyectó en las pantallas (grabado por nosotros), el DJ estuvo impecable, respetó nuestras elecciones y el timming.
Luego de la entrada y primera tanda de baile, nos sentamos a recibir el plato principal. El maître estuvo con nosotros siempre atento y nos preguntaba si estábamos bien, si necesitábamos algo, etc. A mi novio le recordaba que se pusiera el saco para las fotos, todos los mozos mega atentos, nos traían tragos.
Después de eso, hicimos fotos con cada mesa (eran 12 mesas), los fotógrafos nos dijeron que eso no se usa más, pero la verdad para nosotros fue muy lindo, porque hoy tenemos fotos de absolutamente todos los que fueron, y como esas fotos se toman al principio de la fiesta, los invitados todavía estaban con la corbata puesta y controlados.
Luego, más tanda de baile, y ahí sí, los invitados coparon la barra (sí, teníamos dos barras incluidas).
Más tarde el postre, un volcán de dulce de leche con helado de banana que era espectacular (el catering fue de Guillén, viene con el salón). Estaba tan rico que mucha gente nos dijo que por los nervios no íbamos a poder comer, ¡pero nos comimos todo!
Más baile, palabras, videos. Cortamos la torta, brindamos con nuestros padres. ¡Después yo tiré mi ramo y lo agarró mi mejor amiga! ¡Que encima fue embarazada! Una genia. Mi marido tiró la caja de whiskey e hizo algunas fotos graciosas entregándolo.
No contratamos banda, ni magos u otras atracciones, y la verdad es que no hizo falta. Con el DJ y la onda de los invitados la pasamos super bien.
Después vino la mesa dulce llena de variedades, el carnaval carioca con cotillón tipo veneciano (lo compramos nosotros de a poco en distintos locales de Once y Barrio Chino). Nosotros nos pusimos unos galerones blancos y negros (el mío con luz, el de mi marido con espejitos), quisimos tener un cotillón distinto, sin colores muy estridentes sino más bien blanco, negro, plateado y los típicos antifaces. Nos convino mucho ir comprando de a poco que comprar un kit entero, pudimos elegir casi a dedo lo que tendría cada mesa.
Y finalmente la foto final con todos. La verdad fue una noche soñada, nada nos salió mal. ¡Fue todo lo que esperábamos y más!
Mi consejo es que se relajen, que no le agreguen a la fiesta demasiadas cosas que sean muy caras, porque en verdad lo importante siempre es la onda de los invitados y la música, esas son las bases, ¡y una buena comida! Evalúen ideas, propuestas y presupuestos. Y no se olviden de un buen fotógrafo porque esos recuerdos quedan para toda la vida.
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