El casamiento de David (Gato) y Maki en San Carlos de Bariloche, Río Negro

Todo muy improvisado pero fluido, nos vimos, nos dimos un besito, habló unas palabras alusivas mi cuñada mayor, que es abogada, y un amigo muy religioso... Hicimos la ceremonia del vino, no nos salió como pensamos porque la gente no tenía nada en sus manos para brindar, pero no importa, brindamos nosotros. Las burbujas salieron para cualquier lado, así que las estuvimos buscando con Gato un poco, para que se noten. Fue muy gracioso.

Después de que nos saludamos con nuestra gente, comenzó la comida y no paramos de comer hasta las 20:30. Todo esto empezó tipo 13:30, pero super dinámico. Gato estuvo guiando la boda, contando los platos que se venían, los momentos donde sacarnos las fotos, estuvo genial, muy suelto. Las únicas palabras que dije yo me las soplo él, no soy buena para hablar en público.

Entre comidas fuimos charlando con amigos, familia, pero no llegué a todas y cada una de las mesas, al menos llegué a una fotito rápida e improvisada por grupos, así me quedaba recuerdo con todos, pero cero presiones, chicas, hice todo lo que quise a mis tiempos y me sentí genial.

En un momento hubo música más movida y le metimos un baile tranquilo, pero me saqué las ganas de un trencito sin agarrarnos, un puente con distancia, todo fluyó. Todos los presentes muy comprometidos con la pandemia, nadie se desubicó, todos nos divertimos.

Después la banda la rompió, y nosotros lo re disfrutamos… También nos maquillamos con brillos, y todos muy contentos, con todas las ideas originales. Al momento de la mesa dulce, por sugerencia del DJ, bailamos un lento con mi amor, el cual se quebró, mal, estaba muy emocionado, y yo a la par de él.

El corte de torta también super relajado, se sumó el ahijado de Gato, y todo fue risas. Siguieron los buenos deseos, seguimos bailando, comiendo... Al final de la celebración, surgió espontáneamente una ronda con todos los proveedores, y todos chocos de lo lindo y dinámico que salió todo. Se sintió que todos estábamos felices por haberlo logrado, cada uno puso lo mejor y se notó.

Les cuento que ahí me enteré que fue la Municipalidad, porque un vecino denuncio el ruido de la música, solo fue de maldad, se los aseguro, porque en todo momento la gente podía charlar, nunca se subió demasiado el volumen, pero no me importa, porque todo estaba de manera legal, y la Muni se fue del hotel pidiendo disculpas por haber ido.

Igualmente, re bien, no se metieron en la fiesta, solo fue una cuestión administrativa y ahora es una anécdota más de las muchas que me voy enterando a medida que pasa el tiempo.

Chicas, estamos felices, fue perfecto, fue lo que tenía que ser, con los que tenían que estar; fue dinámico, porque todos estaban conectados con el evento, y eso se notó en las energías, en las ganas y, sobre todo, en el respeto al "disfrutar responsablemente".

¡Espero que las próximas que se animen tengan una experiencia similar a la mía! Nunca se olviden que el amor es lo que hace que el mundo siga girando.