El casamiento de Cristian y María del Rosario en Neuquén, Neuquén

La crónica de nuestro casamiento

El día de nuestro casamiento fue un día hermoso, soleado. Temperatura ideal.

Estaba bastante tranquila para lo que siempre pensé que iba a estar. Tenía a mi mamá conmigo en el Hotel y Cris se estaba cambiando con su papá en su casa.

Llegamos alrededor del mediodía con mamá al hotel y al rato llegó la peinadora... Primero nos lavó la cabeza a las dos, nos secó el pelo y me hizo los rulos. Luego, llegó la peinadora y mientras la peinaban a mamá, la maquilladora empezó conmigo. Serían las 4 de la tarde cuando llegó la diseñadora con mi vestido soñado. Ya estábamos casi listas cuando también llegó el fotógrafo. Éramos 6 en la habitación. Que, entre invisibles, los zapatos, el vestido y la liga se hacía un ambiente muy poco convencional para mí.

Llegó mi hermano a buscarme en el auto para llevarme a la iglesia. Como siempre, yo híper puntual. Pero no tanto los invitados... Como faltaba gente, nos fuimos a dar una vuelta más, ¡y mi corazón latía muy fuerte!

Al fin en la puerta de la iglesia, una sensación inexplicable. Toda la vida soñando estar ahí parada, ¡y ahí lo estaba! Increíble. Hermoso. Se abrieron las puertas, los músicos empezaron a tocar "Air on G String" de Bach, y junto a papá empezamos esa lenta y emotiva caminata en la Catedral de Neuquén. Cris me esperaba sonriente, tranquilo y elegante. Mi papá lloraba... Yo miraba a los invitados parados entre los bancos y me llenaba de orgullo y alegría de estar viviendo nuestro día. La ceremonia religiosa transcurrió muy bien, mi suegra cantó el Ave María de una manera celestial, y de repente ya estábamos saludándonos con todos en las puertas de entrada.