Nicole Adrianna Photography

Comencé el camino de la fotografía cerca de los 20 años de edad, mientras estudiaba arquitectura. Hoy tengo 33 y puedo asegurar que es un proceso de constante experimento y aprendizaje. Considero que para ser fotógrafa de bodas, no es importante saber como usar una cámara, si no como desempeñarse en el día de la boda, como interactuar con la pareja y su familia.

Una frase de Maya Angelou representa exactamente lo que menciono anteriormente con respecto a como desembolerse. "People will forget what you said, what you did, but people will never forget how you made them feel", que en español sería "Las personas se olvidaran lo que dijiste, o lo que hiciste, pero nunca se olvidaran de cómo las hiciste sentir".

Me encuentro feliz trabajando de lo que amo. Cada boda es única, y especial; y completamente distinta a otras a la vez. Me llena de felicidad poder capturar su momento y generar un recuerdo que puedan compartir con sus amigos y familiares.

Me considero una storyteller, en el momento de la boda no solo me concentraré en la pareja, pero también en los invitados. Capturando, por ejemplo, el padre llorando meintras que su hija camina hacia la ceremonia. O la madre del novio riendose meintras que en el momento de los votos se comparte una anedocta divertida.

"Había una vez un viajero que llamaba al 'amor' la mayor aventura. En mis muchos años, puse un pie en innumerables países del mundo. Visité muchos lugares, algunos tan grandes como la Patagonia (Argentina), otros tan románticos y encantadores como Frances pueblos. Dondequiera que fui, conocí gente increíble, y la observación sorprendente fue que, a pesar de nuestras diferencias evidentes, todos compartimos un rasgo específico. Todos, independientemente de su origen, se enamoran".