Hoy por fin, puedo gritar a los 4 vientos que la gente que me hizo vivir un infierno es MADERO TANGO.
Los preparativos fueron lo más estresante que tuve que vivir. Estuve con ataques de pánico y me costó un montón seguir adelante porque ya tenía la fecha encima y no podía cancelar (aparte ya estaba el 100% pago por adelantado, porque lo exigen de esa manera)
El salón era divino, el precio accesible pero la atención pésima.
Nos pasaron un presupuesto y ya con contrato en mano "aparecieron" costos que aseguraban que ya nos los habían avisado verbalmente y tuvimos que aceptar porque no tenía caso discutirlo.
Tuvimos que correr atrás de los coordinadores que salían de licencia sin avisar, que no respondían los mails, y dejaron muchas cosas importantes para, literalmente, el último momento, entiendáse, las 16 hs del día anterior.
El mismo día de la boda estuve llamando desesperada porque les pasaron mal la ubicación de las mesas, la recepción fue planeada de una forma y querían cambiarla en el momento sin avisarnos, el Meitre estaba nervioso y nos propinó unos cuantos insultos por lo bajo ante mis demandas y quejas de las desprolijidades, en fin, los preparativos fueron nefastos y estresantes.
Traté de relajarme y disfrutar más allá de las faltas de respeto, las desinteligencias y falta de profesionalismo. (por mi trabajo estoy acostumbrada a planear eventos con profesionales y esto fue muy muy dificil)
La comida fue riquísima y muy elogiada.
La música fue desacertada, no se respetó lo que pedimos porque al dj no le gustaba la propuesta. Puso un par de temas que le pedí y después lo que tuvo ganas. Le pedimos un bloque ochentoso y puso un par de temas movidos y otros lentos, donde la gente estaba parada con el cotillón puesto con cara de queremos bailar...
Para el corte de la torta (y sosténganse los sombreros y pelucas!!) me dieron un cuchillo de untar dulce "porque es algo simbólico" casi me largo a llorar, sentí que se me estaban riéndo en la cara. El maitre me insultó (no vio que lo estaba mirando) y fue a traerme otro cuchillo, igual, pero con punta en vez de redondeado. Con toda la frustración que tenía traté de no llorar y que no se diera cuenta nadie.
Los invitados estaban muy contentos y les pareció que fue todo muy lindo y emotivo del principio al final, pero yo no pude disfrutar del todo.
Es a hoy que trato de no recordar ese día, y que me angustio cuando se me vienen imágenes a la cabeza, no se lo deseo a nadie. Espero que esto sirva para prevenirle el dolor a futuras novias que no se merecen que le arruinen su Gran Día!